La serie de normas UNE-EN ISO 9000 clasifican los procesos de soldeo como procesos especiales, es decir, el resultado final no se puede verificar totalmente mediante posteriores inspecciones y ensayos del producto. Consecuentemente, es requerido que estos procesos se lleven a cabo por personal cualificado o bien se realice una supervisión y control de los parámetros del proceso de manera continua.